martes, 16 de junio de 2009



Los efectos de la geografía
La Grecia antigua comenzó su existencia en la parte sur de la Península de los Balcanes (Europa). En general era un territorio montañoso, bastante pobre y de una aridez impresionante, aunque entre los cerros existían valles, lugares que los habitantes escogían para instalarse. Esto, más las accidentadas costas de las que estaba provisto, hicieron de los griegos buenos navegantes.
La vida de estas comunidades debió ser muy difícil, pero no se dejaron vencer por las desventajas de esta loca geografía y se dedicaron al comercio, a la guerra y en gran parte a la navegación. Gracias a esta última aprendieron muchas cosas de los navegantes con que mantenían contactos, pasando a ser un puente entre Oriente y Occidente. En definitiva, Grecia es la cuna de todas las civilizaciones occidentales posteriores.
Para poder comprender mejor la historia de este pueblo, tenemos que mencionar varias regiones geográficas de la Península de los Balcanes, donde se asentaron ciudades que en el pasado vieron el auge de la civilización griega.
Una de ellas es Grecia del Norte, donde se encuentran las regiones de Epiro y Tesalia; Grecia Central, donde están ubicadas Beocia y su capital Tebas, y Ática con la ciudad de Atenas; el Peloponeso, una península de la zona sur que tenía como región principal Laconia y su capital Esparta.

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